La víspera del Año Nuevo se denomina Ōmisoka, y es
tradicional comer los fideos toshikoshi-soba, cuya longitud simbolizan la
esperanza de una vida larga. Además, se realiza una limpieza general
denominada osoji, que además de la limpieza en sí misma, tiene el
significado simbólico de una limpieza espiritual. Otra de las tradiciones es la
preparación del amazake o sake dulce, que se prepara en los santuarios y templos.
Para los japoneses el final
del año tiene un fuerte valor simbólico, ya que tradicionalmente se considera
cada año como algo en sí mismo, así que con el final de un año, cierran con
todo sobre él y pueden comenzar una "nueva vida".
El evento más importante es justo el hatsumode, que es la primera visita al templo, que puede
ocurrir en la víspera de Año Nuevo después de la media noche, o el día siguiente,
pero también en los siguientes días, esto con el fin de orar y expresar sus
deseos para el año nuevo
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